viernes, 22 de febrero de 2013

GAZPACHO: triturar en la licuadora o con la minipimer un ají verde y medio ají rojo, dos o tres tomates bien rojos y maduros (sin piel ni semillas), un dientito de ajo, un pepino (cortarle las puntas y frotar con el “sombrerito” hasta que salga líquido y pelar “a rayas” dejando unas tiritas de cáscara verde, para que sea más digestivo). Agregar también una tostada de pan integral remojada en agua, media cebolla blanca y dos o tres vasos de agua fresca. 
Incorporar también al vaso de la licuadora un chorrito de vinagre de manzana o de módena, un buen chorro de aceite de oliva y una pizca de sal marina y otra de pimienta negra recién molida. 
Batir bien hasta que quede todo desecho y homogéneo, como una sopa espesa o un puré ligero y dejar reposar en la heladera un rato antes de servir. Espolvorear en el bol o plato en que lo servimos a cada comensal un poco de semilla de calabaza molida por arriba o semillitas de chia.
En cada región de Andalucía se hace con ligeras variantes, y en cada casa tienen su propio secreto o fórmula para que quede delicioso. Puede servirse asi tal cual, o bien poner en platitos o cazuelitas en el centro de la mesa: daditos de pan frito (siempre en aceite de oliva!), cebolla picadita, aji pimiento ídem, etc. Para que cada uno se sirva a gusto en su plato o bol. 
Es una suerte de ensalada líquida deliciosa que refresca y alimenta con las mejores verduras veraniegas.

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