domingo, 6 de octubre de 2013

LA NESTOR VIVE_ La Ciudad Real

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02 Oct 2013 06:53 pm | La Néstor Vive

La Ciudad Real

En Buenos Aires vivimos una especie de ficción: Construimos una urbe por encima de su entorno natural, entubamos y matamos sus ríos y arroyos, olvidamos su razón de ser (el Río de la Plata) nos desligamos de su economía, de su producción, de su hábitat y fuimos aún más lejos, negamos incluso esa misma urbanidad negadora de su topografía natural.

Así los arroyos vuelven como inundaciones, el Río de la Plata existe si hay sudestada; el conurbano reaparece en el imaginario del poder sólo cuando sus habitantes utilizan los servicios que creemos son "de la ciudad"; a pesar de haber sido construidos por el Estado Nacional durante 130 años de ser territorio federal. 

La economía de la ciudad no es planificada en su conjunto, a pesar de que las regulaciones, los parques industriales, los códigos urbanos, el transporte y hasta la seguridad tiene una incidencia directa en el sistema económico de la misma no hay una planificación de estas políticas en forma integral (analizando todas las variables) ni coordinada (entre las distintas jurisdicciones).

Si tenemos en cuenta que el 52% del PBI nacional se produce en la región metropolitana se podría realizar un enorme aporté al país si mejorase la logística de la ciudad, si se aprovechase mejor su espacio y se planificásemos su evolución.

Pertenezco a un espacio político que logró revertir el deterioro en la distribución de la riqueza, duplicar el PBI en 10 años y bajar la desocupación como nadie lo logro, Cristina nos advirtió que el camino del desarrollo económico en este contexto internacional y luego de semejante recuperación sería más complicado, que requeriría mayor detallismo y un análisis más profundo para mejorar la productividad de nuestras industrias. Sin embargo el aporte que la planificación urbana puede hacer al crecimiento y desarrollo de la economía en el futuro del país está prácticamente ausente del discurso político local.

Desde nuestro espacio siempre decimos que es necesario explicar la diferencia del impacto de nuestras políticas nacionales en lo local, diferenciando si esa gestión local hace su trabajo para que ese impactó positivo se potencié o si, por el contrario, la gestión local neutraliza o incluso vuelve nocivo algunos efectos de nuestra políticas macro con una distinta direccionalidad en su accionar.

El impacto de cada una de las políticas nacionales hubiese sido aún más positivo en el área metropolitana si una gestión coordinada planificaba y preveía los efectos del crecimiento económico sobre el transporte, la ocupación del suelo, el mercado inmobiliario, el mercado de trabajo local, el desarrollo industrial y su impacto en el ambiente urbano.

Lejos de eso, Scioli por un lado y, fundamentalmente, Macri por el otro interfirieron negativamente para que ese impacto llegue a todo su potencial. Toda el área metropolitana vio como el crecimiento económico sin planificación urbana producía un alza desmesurada de los valores inmobiliarios gracias a la especulación, al mal uso del suelo, al impulso de la privatización de la ciudad (vía countries y megadesarrollos) y a una multiplicidad de códigos de planeamiento urbano descoordinados y de bajá calidad.

La enorme demanda de automóviles tampoco fue acompañada por más planificación que ordenara la interacción del tránsito vehicular en toda la región metropolitana desatando una crisis vía saturación de todos los accesos a la C.A.B.A. y de todas las arterias de la ciudad. La posibilidad de impulsar estacionamientos junto a estaciones de tren que hagan de puntos multimodales para el transporte no fue abordada por poner un ejemplo.

La explosión del consumo, un síntoma positivo para cualquier región se vuelve un lastre para el sistema de gestión de residuos ante un esquema deficitario, anticuado e injusto socialmente donde el que produce la basura se desliga de su impacto ambiental que no sólo es sufrido por la naturaleza sino, básicamente, por la población próxima a los rellenos sanitarios.

Todos estos ejemplos explican mucho mejor porque tenemos que gobernar la ciudad Ideando planes para aprovechar mejor todos los rasgos de nuestro proyecto nacional y popular teniendo en cuenta las condiciones particulares que implica desarrollarlo en una megaciudad.

Con un grupo de compañeros de La Néstor VIVE estamos impulsando este proyecto al que denominamos Iniciativa 011. 011 es el código telefónico del área metropolitana, una metáfora para explícitar que zona consideramos que debe incluirse en una planificación y gestión conjunta. Donde llega el 011 ahí debería llegar la coordinación gubernamental. El área metropolitana necesita miles de militantes pensando y militando un soluciones integrales para sus problemas particulares.

La utopía ya comenzó, vamos por una Buenos Aires Unida y Organizada. 


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