jueves, 6 de junio de 2013

03 Jun 2013 04:52 pm | Leandro Lópina

Gestión Macri: los años perdidos en la ciudad


Los que militamos el proyecto nacional y popular en las grandes ciudades del país tenemos que empezar a entender los efectos que las políticas sobre el espacio urbano, o la ausencia de las mismas, tienen para con los sectores más desfavorecidos y para el conjunto de la población.


Así empezaremos a entender que los efectos económicos y sociales positivos que este proyecto político acumuló en diez años de gestión podrían haber sido mucho más poderosos de estar acompañados por gestiones en lo local, con la misma filosofía y con los mismos objetivos sociales, y por lo tanto, la misma responsabilidad de los gobiernos municipales y provinciales.

"Es hora de que desde el kirchnerismo de la ciudad hagamos sintonía fina para estructurar un discurso político que tenga al Derecho a la Ciudad como punto de partida."


Una Década Ganada en lo nacional corre el riesgo de transformarse en una década perdida en muchas ciudades: claramente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires gobernada por el macrismo es el mejor ejemplo de esta situación.


Buena parte de los beneficios sociales que el modelo de producción, trabajo e inclusión encabezado por Néstor y Cristina trajeron para el país fueron "licuados" en la ciudad por la gestión de Macri que se propuso negar derechos para aumentar la concentración económica.


Un ejemplo es el tratamiento de la basura, donde el mayor consumo, producto de una economía que creció a tasas chinas, se transforma en un dolor de cabeza para las poblaciones que tienen que recepcionar colindante con rellenos sanitarios en la provincia de Buenos Aires y que crecieron exponencialmente con la gestión macrista. La falta de cumplimiento con la ley de basura cero explica como un dato positivo en lo nacional se transforma en una consecuencia no deseada en lo local.

"Necesitamos explicarle a la ciudadanía complejos procesos urbanos y sociales diseñados por el macrismo para neutralizar las conquistas sociales de estos diez años."


Lo mismo sucede en el transporte, que se vio incrementado tanto la cantidad de pasajeros en los sistemas públicos como la cantidad de autos particulares. De haberse cumplido en el ritmo de la expansión de la red de subterraneos y en la complementariedad de todo el sistema el impacto negativo hubiese sido mucho menor. En vez de eso el macrismo eligió promover acciones de marketing más que de gestión del transporte urbano.


El choque entre una política en la ciudad orientada a satisfacer los grandes negocios y una política nacional exitosa e inclusiva afecta fundamentalmente el derecho a la ciudad; nunca crecieron los valores inmobiliarios en la magnitud en que lo hicieron en estos diez años. Nunca se construyó tanto, sin embargo, las situaciones de marginalidad urbana se multiplicaron quizás, debido a este mismo efecto también.


Hay más gente viviendo en barrios de emergencia, alquilando, en pensiones familiares. La mayoría de ellos con un nivel de consumo superior al de hace una década, con un trabajo que antes no tenían, con protección social de la que carecían pero igualmente en la marginalidad urbana, que niega el derecho a los bienes urbanos y por lo tanto a los derechos humanos.


Si estos años hubiesen estado acompañados de una política urbana correcta la chance de sacar de la marginalidad urbana a buena parte de ese sector social sería una realidad. Así, el crecimiento económico y la inclusión social generaron una demanda de vivienda que el reinado absoluto del mercado en CABA no consiguió satisfacer y, por el contrario, motorizó una especulación inmobiliaria expulsiva para todos los sectores menos favorecidos.


El macrismo no tiene en su brújula el derecho a vivir en la ciudad del pobre. Cuando ve la ciudad ve un espacio a valorizar económicamente más allá de sus consecuencias sociales, un negocio donde solo hay demanda y oferta, el precio solo es una interacción entre ambas y donde lo deseable es que suba. Es por eso que la ciudad desde sus leyes, desde su código de planeamiento urbano no dirige a la demanda a satisfacer lo que socialmente se necesita, ni piensa en la oferta como millones de personas sin un lugar donde vivir, ni al precio como un limitante de una ecuación donde la opción "b" es la calle o un hotel familiar.


El objetivo del macrismo es que el suelo urbano incremente su valor. Punto. Si eso deja en déficit habitacional a la clase trabajadora, mejor. En última instancia piensa en la misma como susceptible de ser alojada en esos espacios donde no llega la urbanización, donde la ciudad es negada: LA VILLA.


"Construir un discurso que explique las interacciones de este modelo en las grandes ciudades y las medidas locales que deben tomarse para acompañar los procesos de inclusión, industrialización y crecimiento económico es una asignatura pendiente que como militantes políticos tenemos que encarar como principal objetivo para profundizar el modelo en nuestros distritos."

La misma operación de vaciamiento que se da sobre la educación pública, la salud pública y el único transporte público que gestiona el macrismo (el subte) se da con el espacio urbano. Una negación sistemática y progresiva de estos derechos parece ser un objetivo de esta gestión.


Así un salario mínimo más alto se va en alquileres desorbitantes, muchas veces dentro de las propias villas donde el macrismo opera como protección de punteros políticos que "desarrollan" lucrativos negocios inmobiliarios subalquilando construcciones precarias y monopolizando el espacio urbano disponible.


Es hora de que desde el kirchnerismo de la ciudad hagamos sintonía fina para estructurar un discurso político que tenga al Derecho a la Ciudad como punto de partida. Necesitamos explicarle a la ciudadanía complejos procesos urbanos y sociales diseñados por el macrismo para neutralizar las conquistas sociales de estos diez años.

Construir un discurso que explique las interacciones de este modelo en las grandes ciudades y las medidas locales que deben tomarse para acompañar los procesos de inclusión, industrialización y crecimiento económico es una asignatura pendiente que como militantes políticos tenemos que encarar como principal objetivo para profundizar el modelo en nuestros distritos. Leandro LópinaSec. Gral. de La Néstor VIVE

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