CULTURA FUTBOLERA
VIERNES 17 DE ENERO DE 2014 09:57
"Quizás nos aventurariamos demasiado arriesgando un análisis a estas alturas. Tal vez deberíamos esperar a ver al Boca de los titulares, o al Boca de los suplentes pero frente a River, o al Boca por los puntos, o al Boca sin lesionados, o al Boca que le da una pelota como la gente a los delanteros, o al que da tres pases seguidos..."
Por Ulises Castaño
Una vez le pidieron al escritor chileno Roberto Bolaño su opinión acerca de cierto rasgo de la literatura de su país. Lejos de intentar un análisis, Bolaño invitaba a todos los escritores chilenos a que hicieran la experiencia de dejar de escribir por un año y se dedicaran a leer a Nicanor Parra.
Ayer Boca jugó su primer partido del año frente a Estudiantes de la Plata por la Copa de Oro en la ciudad de Mar del Plata. Para su rival era el segundo encuentro del año, el primero lo había empatado con River. Boca salió a jugar con una mayoría de jugadores que uno imagina suplentes. Estudiantes se impuso 1 a 0.
Creo que quizás nos aventurariamos demasiado arriesgando un análisis en tales condiciones y a estas alturas. Tal vez deberíamos esperar a ver al Boca de los titulares, o al Boca de los suplentes pero frente a River, o al Boca por los puntos, o al Boca sin lesionados, o al Boca con Riquelme, o al Boca con Riquelme y Gago, o al Boca que le da una pelota como la gente a los delanteros, o al Boca que da tres pases seguidos, o al Boca que no pasa vergüenza en la Bamboneara, o al Boca etcétera, etcétera, etcétera; a ver si algo cambia por fin.
Tanto venimos escuchando que el kirchenrismo dividió a la sociedad argentina; que las familias se pelean (producto de la intolerancia oficialista); que los amigos dejan de verse; que ayer por un momento, mientras mirábamos el partido con Diego, con una cerveza que parecía sacada de un volcán, y unos sanguches de lomito que lo mejor que tenían era la ración de papas que la acompañaba, pensé que tal vez toda esa perplejidad y silencio ante semejante espectáculo, o a ratos su contrario, una sarta de puteadas en tiempo récord que uno jamás hubiera proferido en un torneo de verano, terminarían por confirmarnos que el plan de juntarnos a ver a Boca comienza a tornarse imposible, y con esto, el hecho maldito de por si, de separar a dos kirchneristas.
Las propuestas, como la de Bolaño, están ahí, para tomarlas o dejarlas. En caso de tomarla, el Barcelona, el Bayer Munich, el Manchester City de los de afuera. Newells y Lanús de acá. Así como partidos y equipos de otra época, selecciones gloriosas, con mística incluso, nunca están demás para sacar ideas y envalentonarse un poco, aunque no garanticen nada. Como decía Dante Panzeri en Fútbol, dinámica de lo impensado: “En el fútbol se puede relativamente transmitir alguna idea. Es imposible trasladar un recurso”
Eso si, futbolísticamente hablando, no recomendaría a Nicanor Parra. Podría confundirlos más aún.
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