CATOLICISMO
JUEVES 06 DE FEBRERO DE 2014 10:34
Se estima que entre 6 mil y 20 mil sacerdotes habrían cometidos delitos sexuales. El cambio de actitud del papa Francisco.
Por Nicolás Adet Larcher
Un comunicado del comité de derechos humanos de la ONU acusó enérgicamente al Vaticano por haber violado la Convención sobre los Derechos del niño, mediante la adopción de políticas que permitieron que sacerdotes abusaran y violaran a miles de niños. Se ordenó en forma inmediata que la santa sede tome las medidas necesarias para retirar del sacerdocio a quienes hubieran cometido estos delitos, o estuviesen sospechados, y se proceda a denunciarlos a las autoridades civiles correspondientes.
El mes pasado una delegación del Vaticano había asistido al Comité de la ONU sobre los Derechos del niño a dar explicaciones sobre cómo se afrontaron los casos en los que se recibieron denuncias de abuso sexual donde los protagonistas eran sacerdotes de la religión católica en todo el mundo. Era la primera vez que el Vaticano se presentaba a dar explicaciones de este tipo ante una entidad internacional.
En aquel momento, uno de los miembros de la delegación, Silvano Tomasi, reconoció que "existen abusadores entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo y, más lamentablemente, incluso entre miembros del clero y demás personal de la Iglesia". Luego de conocido el informe, el mismo Tomasi declaró que la ONU no tuvo en cuenta las declaraciones que brindó la delegación y que el informe ya había sido preparado en forma anticipada. Además de estos testimonios, el comité también recibió documentación brindada por el vaticano respecto de los casos de abuso sexual de sacerdotes cometidos hacia menores.
Para el comité de la ONU el tema es mucho más grave que reconocer a aquellos sacerdotes que cometieron abuso sexual. El informe asegura que el Vaticano hasta el momento no adoptó medidas necesarias para que se puedan volver a repetir casos de pederastia, agregando también que hasta el momento no hay sacerdotes que estén siendo juzgados. La ONU detalla que "a través de un código de silencio impuesto a todos los miembros del clero bajo pena de excomunión, los casos de abusos sexuales difícilmente han sido denunciados a las autoridades judiciales en los países donde se han cometido esos delitos".
En su página oficial, el Vaticano explicó que tendrá en cuenta el informe, aunque más adelante agregó que el mismo cuenta con algunos artículos que “son un intento de interferir en las enseñanzas de la Iglesia católica sobre la dignidad humana y la libertad religiosa".
En la actualidad se cuenta con 440 mil miembros del clero en todo el mundo. En declaraciones efectuadas en 2009, en base a estadísticas internas realizadas por el propio Vaticano, se llega a la conclusión de que entre 6 mil y 20 mil curas habrían cometido delitos sexuales. Contrario a esto, algunas organizaciones relatan que las denuncias por pederastia ascendieron a 3 mil entre 2001 y 2010 ante la Congregación para la doctrina de la fe.
El Comité había enviado al Vaticano un cuestionario de preguntas sobre delitos sexuales, las cuales el Vaticano se negó a responder afirmando que no era competente para delitos que se producen fuera de su territorio, sin mencionar que tampoco desplazan a muchos de los sacerdotes que los cometen, lo cual si les compete. Luego de la negativa, la santa sede respondió en 24 páginas, sin dar respuesta sobre procedimientos canónicos correspondientes que se estuvieran efectuando sobre los sacerdotes responsables.
El pasado diciembre teniendo en cuenta la presión de la ONU al respecto, en una rueda de prensa el Vaticano informó la creación de una comisión contra la pederastia en pleno seno de la Iglesia Católica, la misma colaboraría con autoridades civiles en la investigación de delitos sexuales informando lo que corresponda, el anunció se dio luego de que el día anterior la propia sede negara entregar documentación donde se informaba la investigación interna del Vaticano en materia de abuso sexual de menores. Dijo en aquel momento que los procedimientos “no están abiertos al público”. Además de esto, el 20 de Diciembre, la Iglesia Católica había expulsado de sus filas al cura chileno René Benavides Rivés culpable por haber abusado de tres menores y que fue encontrado culpable por el tribunal canónico de segunda instancia que lo condeno a la máxima condena, la cual es la expulsión del estado clerical.
Luego del silencio reinante en los dos últimos papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, el Papa Francisco no sintió incomodidad al referirse a un tema que rebalsó a la propia Iglesia Católica y que dinamitó la moral incorruptible con la cual se intenta caracterizar desde sus inicios. Distinto a los demás, Francisco desplazó a ciertos curas que estaban sospechados de pedofilia, aunque según la ONU, no hay procesos judiciales en marcha frente a dichos sacerdotes. La estrategia de Francisco es, básicamente, instalar el tema en la agenda pero hasta el momento no se emprendió una reforma a fondo. Antes de asumir como Papa, Bergoglio en su rol de presidente del episcopado había defendido al padre Julio Cesar Grassi, frente a las acusaciones en su contra. En su defensa elaboró un libro que consta de dos tomos para la defensa de Grassi que fue repartido ante los jueces de la Corte Provincial que tenían en sus manos la causa. El año pasado la condena de Grassi a 15 años de prisión por abuso sexual fue ratificada.
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