lunes, 7 de abril de 2014

ECONOMÍA El juicio del siglo: entre buitres y amigos

La batalla judicial de la Argentina contra los fondos buitre en los tribunales estadounidenses ha alcanzado una trascendencia global y ha sido denominada internacionalmente como “el juicio del siglo”.
http://www.infojusnoticias.gov.ar/upload_imagenes/s_100065_806_fondo_buitre_01.jpg
Por Javier Cernadas*
Todo se encuentra ahora en manos de la Corte Suprema de los Estados Unidos luego de que nuestro país apelara, en febrero pasado, la sentencia de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que había ratificado el fallo de primera instancia del juez Thomas Griesa, pero dejando en suspenso su aplicación hasta tanto se produzca un pronunciamiento del máximo tribunal estadounidense.
El fallo de Griesa dispone un método de pago, avalado por la Cámara de Apelaciones, que ordena pagar a la Argentina 1.330 millones de dólares en un sólo desembolso a los fondos buitre que, especulando, compraron bonos en default por centavos y ahora pretenden cobrar la totalidad del valor nominal de los títulos.
Asimismo, los tribunales neoyorkinos establecieron que, en caso de no cumplimiento, los bancos a través de los cuales habitualmente se realiza el pago a los bonistas que sí ingresaron al canje deben retener esa cifra para garantizar el pago a los buitres de la deuda. La ratificación de esta decisión judicial no sólo afecta a nuestro país sino que también desalentaría la adhesión de acreedores a futuras reestructuraciones voluntarias de deudas soberanas, al permitir la interrupción del flujo de pagos acordados para el beneficio de los fondos buitre.
Esta situación pone en riesgo la posibilidad de refinanciación de pasivos por parte de los Estados soberanos, perturbando así a todo el sistema financiero internacional. En este sentido, cobra trascendencia la definición de la Corte Suprema de Estados Unidos, dado que aún no se ha abierto el debate para la discusión de una "ley de quiebras a nivel internacional" y un fallo en contra de la Argentina perjudicaría a todos aquellos países que en el futuro deban reestructurar sus deudas.
Otro punto que debe tenerse en cuenta es la desigualdad entre los acreedores y la falta de equidad que impone el fallo apelado, dado que privilegia el pago a los fondos buitre en detrimento del 93% de los acreedores que participaron del proceso de reestructuración de la deuda argentina.
En este sentido, no podemos dejar de advertir que los buitres que se encuentran en litigio con nuestro país y pretenden destruir los avances que hemos logrado en materia de desendeudamiento, representan sólo el 0,45% del total de la deuda y han adquirido los bonos a muy bajo precio.
Es por ello, que la Argentina busca que la Corte Suprema de los Estados Unidos tome la causa y revise los fallos de los tribunales inferiores que han realizado una mala interpretación de la cláusula pari passu (igual trato de los acreedores) y han violado la inmunidad que tiene la reestructuración de la deuda realizada bajo las prácticas habituales internacionales.
Resumiendo, el 93% de los acreedores de la deuda Argentina aceptó la reestructuración pero aún resta un 7% que corresponde a aquellos que no participaron de los canjes propuestos en 2005 y 2010. Dentro de los acreedores que no ingresaron al canje, se encuentran estos fondos buitre. Asimismo, es fundamental comprender que estos bonos en default fueron adquiridos por los fondos especulativos recién en el año 2008 cuando valían muy poco y hoy, una virtual aplicación de estos fallos, les otorgaría ganancias en dólares superiores al 1.300%.
Esto ha sido registrado en foros internacionales y es por ello que sistemáticamente ha habido pronunciamientos a favor de la posición argentina, frente al riesgo sistémico que provocaría un fallo en contra. Estados y reconocidos intelectuales respaldan a nuestro país. Entre ellos podemos mencionar a Brasil, México, Francia, el premio Nobel Joseph Stiglitz. También bancos como Gramercy y Puente.
Para finalizar, la aplicación de estas sentencias favorables a los fondos buitre se encuentran en suspenso y a la espera de una definición por parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos luego de que la posición argentina recibiera un fuerte respaldo regional e internacional.
El mundo está pendiente de cómo concluirá el juicio del siglo a la par que nuestro país reclama responsabilidad al máximo tribunal estadounidense ante la tan trascendente decisión que debe tomar, no solo para la Argentina sino también para todas las naciones que pretendan reestructurar sus deudas.
*Lic. en Comercio Internacional e integrante del GEENaP

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