PATRIA GRANDE
LUNES 24 DE FEBRERO DE 2014 18:32
El desafío más grande por delante que tiene el PT, partido que conduce el gobierno de Brasil, es la copa del mundo. Lula quiso que el mundo viera los avances alcanzados por el gobierno petitsa y para eso puso su país como sede del mundial.
Por Santiago Gómez
En el mismo país que parió a João Havelange, que sabe como pocos del poder de los medios de comunicación (la FIFA le debe su poder a la comercialización del fútbol televisado), O Globo aprovechó el interés mundial en Brasil para promover manifestaciones contra Dilma, poniendo los gastos de la Copa de fondo y las necesidades sociales como excusa. Las manifestaciones masivas terminaron después de la visita del Papa Francisco. El Papa que decidió ponerse del lado de la política frente al embate mundial que da contra el poder financiero, por la disputa del control del Estado.
Movilizaciones
Las movilizaciones que tuvieron lugar en Brasil el año pasado, sorprendieron también a O Globo, porque también lo colocaron en el blanco de las críticas. Para O Globo la copa se tornó un eje sobre el que hacer contraste: "con tanta pobreza, y gastan en la copa"; "con lo que se necesita mejorar el sistema de salud, y gastan en la copa". El policía federal que me tomó la foto para la residencia brasilera me dijo "mejor que perdamos, porque sino Dilma se queda para siempre y va a refundar la patria. ¡Vamos a terminar como Argentina!". Es frecuente encontrar sectores de la clase media brasilera deseando que Brasil pierda la Copa del Mundo. O Globo lo hizo.
Si Brasil sale campeón, será una medalla más al Lula estadista, pero los brasileros tienen poca fe en que eso acontesca. Si Brasil no gana en Brasil, el que puede perder es el PT y si pierde el PT la región perderá al último de los primeros Estados que promovieron la integración latinoamericana con soberanía. Las estadísticas que se difunden en los medios de comunicación, señalan a Dilma como ganadora en primera vuelta. Funcionarios del Estado Federal nos manifestaron no tener dudas del triunfo de Dilma, aunque aseguran que la copa es el mayor riesgo político que atravesará el gobierno.
Estructura territorial
Las dos estructuras de mayor alcance territorial en Brasil son la televisión y las iglesias evangelistas, que ocupan un importante espacio en la televisión, llegando a tener muchos canales con transmisión las 24 horas. La izquierda no entiende la fe, y un sector del PT clase media intelectual, resiste las alianzas que el PT hizo con las iglesias evangélicas, lo que le sirve de excusa para no militar orgánicamente. Ninguna fuerza política en Brasil tiene una capilaridad tan extensa como la iglesia evangelista. En un libro de conversaciones entre Fidel Castro y Frei Betos sobre religión, el cubano, en los ochenta, le anticipaba al brasilero que la iglesia evangelista le ganaría a la católica, porque mientras los católicos esperan que los fieles se acerquen los domingos a la casa del señor, los evangelistas se acercaban a la casa de los fieles todos los días a llevarle la palabra del señor. No es casualidad que Francisco haya comenzado por estos lados la campaña para que la iglesia católica camine los barrios.
Porto Alegre de avanzada
Porto Alegre juega un rol diferenciado en los medios de comunicación. Para los que viven de Santa Catarina para arriba, los de Río Grande do Sul no son brasileros, son gaúchos. La fiesta estadual más importante es cuando celebran la lucha por la independencia de Brasil, que perdieron. Sede del Foro Social Mundial, histórico bastión del PT, Porto Alegre tuvo el memorable gobierno de Olivio Dutra, modelo para los petistas y para el progresismo argentino. Las demandas de PASE LIBRE que ocurrieron el año pasado, comenzaron a principio del 2013 acá. O Globo se encargó de difundirlas por el país y prendió en otros lugares. La represión policial ayudó a que más personas salieran a la calle.
Los reclamos en Brasil son sectorizados y entre ellos no hacen un uno que los aglutine. Será por eso que su máximo líder es un sindicalista, que sabe de arreglar por sector. Quienes salieron a la calle a pedir pase libre, fueron los hijos universitarios de la clase media brasilera. Los reclamos en la calle son pequeños, considerando que es un país de 200 millones de habitantes. En Brasil el empleador está obligado a pagar los pasajes, por eso no se vieron sectores populares en las calles reclamando pase libre. Después de difundir los reclamos, O Globo acusó a los manifestantes de "hijitos de papá", y no estuvo muy errado. Están también los denominados “Black blocks”, que son los que llegaron tarde a la clase sobre los Panteras Negras en sociología, que se reivindican anarquista, y como todo anarquista, con dinero para los libros, pero que le dan a O Globo letra para pedir represión y después de la represión sale más gente a la calle.
Antipolítica
Brasil carece de medios de comunicación que apoyen al gobierno federal. La televisión está completemente coptada por O Globo, que en cada estado tiene un diario que le responde. A los petistas no les queda otra que las redes sociales para difundir la voz y el accionar del gobierno federal en los medios. Las críticas que los medios le hacen a Dilma son las mismas y con la misma intensidad que contra Cristina: la inflación, la inseguridad, el transporte público, la corrupción. Hasta la semana pasada también eran los cortes de luz, que aunque no superaron unas horas, la campaña mediática contra el gobierno fue exactamente la misma. El candidato que O Globo promueve para el 2014 es Eduardo Campos, uno que, al igual que Massa, dejó el gobierno para criticarlo, pero que su partido gobierna cinco estados, y también comenzó a hacer alianzas con quienes se fueron del gobierno, como es el caso de Marina Silva.
Marina Silva salió segunda en la elección que colocó a Dilma Rousseff en el Palacio de Planalto. Luego de haber formado parte del gobierno nacional, salió por izquierda, reclamando que el PT había abandonado sus banderas históricas, reclamo que la clase media intelectual y purista le hace muy seguido. Después de difundir un discurso renovador, en el que iba a terminar con las prácticas de la vieja política, Marina terminó haciendo alianza con Eduardo Campos, porque la Justicia Electoral determinó que su Movimiento no contaba con los requerimientos legales para presentarse a una elección, ya que no era un partido político. Los votantes de Marina quedaron desilusionados con ella.
Elecciones de octubre
De complicársele al PT la gobernabilidad después de la Copa, que pondría a Dilma en el blanco de las ametralladoras mediáticas, los petistas cuentan aún con su ancho de espada, que anticipó hace tiempo que no se presentará, que continuará realizando su trabajo de fortalecimiento regional latinoamericano y la alianza Sur-Sur, con África. La aprobación que tiene Lula es aún mayor que la tiene Dilma y hay muchos votantes que apoyaron a uno, pero no a la otra. De ser preciso, se presentaría. La estabilidad de la región, tan atacada durante el comienzo de este año y el fin del que pasó, se verá debilitada si se ocurriera el poco probable fin del PT en el Gobierno.
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